El Comienzo

Escribir desde la tranquilidad de mi espacio, escuchándome en el silencio y la paz.

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miércoles, 22 de julio de 2020

DESDE LA DISTANCIA: DESPEDIRSE Y RECOMENZAR

Viendo un video que Colombia hizo con niños venezolanos que han salido a otros lugares, reflexioné y pensé en todas las miradas tristes y crueles que tiene emigrar. Si para un niño cambiarlo de colegio, una mudanza de casa, una separación de los padres, dentro de su lugar de origen genera tantas heridas, duelos y traumas, que en muchos casos amerita atención especializada, cuánto más este cambio que marca su corazón para siempre.

Recogiendo experiencias migratorias de algunos conocidos y amigos, se encuentran casos de médicos que, aunque han emigrado con sus familias, laboran en lugares remotos, lejos de ellos, cruzando ríos, haciendo un duelo sobre duelo, pero con el consuelo de realizar lo que por años y por vocación están capacitados para ejercer.

Sin embargo, muchos otros haciendo todo tipo de labores, preparados o no para ejercer, adaptándose a todos los nuevos cambios y las nuevas dinámicas, haciendo a un lado todo lo alcanzado, con el único propósito de alimentar y proteger a sus seres queridos, tanto los que están a su lado como los que quedaron con el corazón roto en su país.

Hay muchas posturas, opiniones y críticas por lo que salen y por los que se quedan, pero desde donde se vea el caso, en lo que pienso es que en ambas experiencias hay un corazón que se dividió y que no será el mismo nunca más.

Estés de un lado o del otro, solo pensemos en elevar una oración por la protección de todos. No juzgues, porque la herida que se lleva puede tener mayor profundidad por la falta de comprensión y de empatía. Toda la experiencia que se vive y se construye cada día es parte de un proceso que nos sobrepasa, pero está lleno de esperanza levantando la mirada al que está por encima y tiene el Control de todas las cosas.

Despedirse de los afectos no es fácil, y estar en cualquiera de las dos posiciones es doloroso, pero seguimos con valentía y esfuerzo, mirando y confiando en lo que está por delante.

Agradezco enormemente a los que enviaron sus vivencias y contribuyeron en el escrito. Dios siga de nuestro lado y con los nuestros que quedaron en Venezuela.

Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2da Corintios 4:17-18

Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti. Salmos 39:7.
 
Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. San Lucas 18:27.

Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:14
  

Lisbeth Torrealba

SOLTAR

La vida se trata muchas veces de soltar y agarrar, tomando decisiones importantes para caminar hacia la libertad mental, espiritual, personal, familiar, entre otros. Dejando o tomando acciones, personas y sentimientos.

Pero, ¡cuánto cuesta soltar!, porque se sigue esperando recibir lo que se anhela, se necesita o se desea del otro, que puede ser una palabra, un sentimiento, una acción; generando frustración y un choque constante con la misma pared.

Hasta el día que piensas, evalúas y dices hasta hoy lo espero, sueltas, zafas las amarras, dejando ir del corazón todo aquello, comenzando a descansar y a sanar. Éste hasta aquí, te libera de lo que no llegará, eso que esperaste por mucho tiempo, pero que el otro nunca tuvo en sus planes hacer o decir.

Soltar las cargas puede ser muy doloroso, pero cuando retomas el camino sin ellas te das cuenta de lo ligero que estás y empiezas a disfrutar de lo que te dan, valorando una sonrisa, una mirada, una palabra que no esperabas, gozas del momento que te brinda Dios, la vida, la naturaleza, las personas que están dispuestas a llenar tu corazón de buenos y agradables recuerdos.

Porque al soltar sucede que tienes el corazón dispuesto y las manos vacías situadas adecuadamente para recibir la maravillosa bendición de Dios, viviendo descansado, con un mundo interior más sano, que valora y goza de lo que tiene.

Suelta y verás que comenzarás a disfrutar de lo que está delante, lo nuevo, lo inesperado, porque, así como se necesita limpiar la casa que se habita en la tierra, también debe limpiarse la mente y el corazón, para lo que está por delante experimentar, teniendo siempre claro que la idea de vivir debe conllevar a la paz, la tranquilidad y la confianza puesta en aquel que puede hacer posible la experiencia del descanso.


Se deshace mi alma de ansiedad; susténtame según tu palabra. Salmos 119:28.

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1era Pedro 5:7.

Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Salmos 90:12.

Lisbeth Torrealba

jueves, 7 de mayo de 2020

TIEMPOS DE REFLEXIÓN

Este período significativo para cada ser humano en el mundo permite evaluar tantos aspectos en varios ámbitos de la vida, en especial lo personal y lo familiar.

Cada persona tiene significados en todos los roles que ejerce en su entorno, como padres, esposos, hijos, hermanos, primos, entre otros. En este punto de la historia lo que siempre se ha tenido como estandarte es la familia, y por ella se sale a trabajar para darle todo lo necesario.

Pero, ¿por qué en el momento actual el encierro asfixia?, no existen temas de conversación, son pocas las cosas en común dentro de casa, hay poca tolerancia, hay un desconocimiento total de cuándo se han perdido como familia, y tanto el trabajo como el estar fuera de casa comenzaron a ser la distracción más válida para abandonar el compartir y dejar de desarrollar los vínculos adecuadamente. Y todavía en este tiempo que se debe estar en casa por protección personal y familiar, hay una necesidad de excusas para salir, a costa del precio de lo que significa.

Estar con nosotros mismos y con los nuestros parece ser cuesta arriba. ¿Qué se ha perdido en estos años? La tierra ha estado descansando del daño del ser humano, los animales al parecer tenían miedo de los hombres y no al revés. Las relaciones humanas se han limitado a nuestros seres queridos, pero entonces ¿por qué cuesta tanto la convivencia?; al parecer el tiempo actual aflora los problemas que han estado en espera, que han sido solapados con las ocupaciones. Pero es un momento oportuno para enfrentar esta realidad y subsanar todo lo pendiente a nivel personal y con cada miembro de la familia.

Hacer de la incertidumbre un momento propicio para reestructurar desde lo interior todo lo que dejó de funcionar, rescatar lo perdido, como por ejemplo, una conversación sana y sincera, que pueda quebrantar el corazón y dar una mirada distinta al yo y a la familia, para que el ser que salga nuevamente a la sociedad sea alguien que aprendió a conocerse un poco más, que pudo restaurar vínculos o por lo menos darse cuenta que debe seguir trabajando en pro de mejorarlos, teniendo presente lo que verdaderamente vale.

Aún queda seguir creciendo en este proceso que se llama vida, definiendo y siendo sinceros en los valores y conceptos que nos definen como personas y que no serán removidos cualquiera sea la situación. Se debe apreciar realmente lo que se tiene, que va más allá de lo material.

La preocupación y la incertidumbre de lo que vendrá no debe nublar la oportunidad de reír por un día más, de ser agradecido por cada bocado de pan que se tiene, de jugar y conversar con los nuestros. Se debe agradecer por lo bueno y por lo malo.

Esta pandemia ha permitido que se aprecien los pequeños detalles, saber lo importante de un apretón de manos, de un abrazo, de reír más, de ser menos tóxico, y del disfrute de respirar el aire, que es un Regalo Maravilloso de Nuestro Buen Dios.

No salgas de esta cuarentena sin evaluarte, sin apreciar las pequeñas cosas que tienes. Valora el regalo de tener una familia, un techo, lo necesario para el diario vivir, y de contar con el recurso de la Oración, que nos conecta con el Dueño de toda la creación.

¡Disfruta respirar sin impedimento y agradece por todo!

Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Salmos 100:4
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 1ª Corintios 15:57
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19
Hazme saber, Jehová, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy. Salmos 39:4.
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Eclesiastés 3:1

Lisbeth Torrealba

viernes, 20 de diciembre de 2019

CONOCIENDO Y RECONOCIENDO

Al mirarnos en el espejo y ver qué está del otro lado ¿qué genera? Ese reflejo ¿cómo nos hace sentir? ¿agrada? ¿enfada? ¿provoca hacer críticas? ¿destructivas o constructivas? ¿palabras cariñosas? ¿mensajes de aliento? ¿Cómo te sientes con lo que ves del otro lado?

A veces hacer esto, puede ser una similitud a mirarnos hacia adentro, dónde nadie ve, ni conoce, solo nosotros mismos, por supuesto si se toma el tiempo para hacerlo. Muchas veces las ocupaciones, el estrés, la dinámica diaria, o cualquier cosa que nos distrae, no permiten escuchar el cuerpo, los pensamientos, las emociones, y, por ende, el disfrute de ellos. 

Estar con nosotros no es tan malo como muchos piensan o temen. El mundo interno espera por nosotros todos los días, pero siempre estamos ocupados para verlo y reflexionar al respecto. ¿Cuántas veces le damos su tiempo? ¿Por qué postergamos ese encuentro?, es cierto que no siempre nos enseñan desde pequeño, a decir lo que se siente, a buscar una comprensión personal, sino por el contrario, la enseñanza se inclina más hacia la negación de los sentimientos y de los pensamientos, palabras como: “cállate”, “no importa”, “no duele”, “ya pasó”, terminan siendo normas de vida; generando las dificultades para un entendimiento y comprensión de lo que somos y sentimos, limitando vivir una congruencia individual y personal. Y todo esto conlleva a que cuando llega a la adultez se olvida o no se sabe que nos necesitamos, que solo nosotros debemos hacernos responsables de nuestro yo y de nuestro mundo interno.

Mientras más se invierta en el tiempo personal, se logrará la construcción de personas que puedan compartir sanamente con los demás, sin proyectar los enojos, los malestares y los saberes, sino siendo asertivas y empáticas, escuchando al otro atentamente; porque ya se ha hecho la tarea personal.

Ese encuentro contigo es tan necesario en un mundo donde las redes sociales saben más de nosotros. Disfrutar un café, un dulce, un helado, tener una buena conversación contigo, disfrutar de la naturaleza y de las cosas bellas que ocurren, termina no teniendo gracia o chiste si no hubo una foto o un video publicado para los demás. Cuando es algo que puedes disfrutar contigo, sin necesidad de un otro que opine o le guste. 

Somos seres sociales, pero habrá un mejor aprovechamiento en las relaciones con los demás, si estamos en paz con nosotros mismos, al ser conscientes de lo que es propio, de lo que nos pertenece, teniendo así un entendimiento y un disfrute de los que somos, con nuestros aciertos y desaciertos. 

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar… Salmos 32:8
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3
Pero tú, oh Jehová, me conoces; me viste, y probaste mi corazón para contigo… Jeremías 12:3.  
 
 
Lisbeth Torrealba

martes, 27 de agosto de 2019

DESDE LA DISTANCIA: UNA PRIMERA APROXIMACIÓN

Escribir de la experiencia que vive cada extranjero lejos de casa en los últimos años puede parecer necesario para muchos, pues termina siendo parte del duelo que se hace cuando metes tu vida en dos maletas y sales con el corazón llorando hacia lo desconocido, hacia una nueva vivencia, con un lápiz y un papel para ir redactando el manual del cómo se hace para comenzar de cero cuando ya tenías una vida hecha y el corazón pleno con muchas cosas realizadas y con la claridad de lo que tenías pendiente por hacer.

Escuché a alguien decir que debes despojarte de lo que eras y saber que no eres nadie donde llegas. Pero pienso que lo que somos no lo define un espacio geográfico, siempre he dicho que prefiero ser termostato que termómetro, el primero regula la temperatura y el segundo la mide y para ello debe quedar registrado con ella.

Claro está que el extranjero que sale no teniendo claro que es ni hacia donde va, pues se encontrará haciendo lo que el medio que lo rodea quiera que haga. Pero el que tiene la madurez necesaria para saber donde están cimentado sus pies pues tendrá la claridad para saber qué hacer y qué no hacer.

Es una total experiencia que confronta con lo que somos y que permite una evaluación constante de nuestro Yo. Siempre he dicho que es de valientes dejar la zona de confort y enfrentar lo desconocido, pero también sé que hay muchos valientes que luchan cada día para seguir en pie desde su país.

La distancia hace que valoremos los pequeños detalles: el saludo de un vecino, jugar con las mascotas, una buena conversación con un café y un dulce, la sonrisa o la carcajada de alguien. Pero también permite evaluar los vínculos que tenemos con seres importantes en el corazón, y si eso está bien, conocerás nuevas personas que sumarán a tu vida y para nada serán sustitutos de los que ya tienen un lugar en nuestras vidas.

Y así se va avanzando un día a la vez, construyendo desde lo nuevo y disfrutando a través de las redes sociales de los seres que traemos en el corazón, hasta que llegue el momento de los reencuentros.

Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. Salmos 121:8 
He conocido tu situación, tu salida y tu entrada… 2do Reyes 19:27 
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de Gloria. 2da Corintios 4:17 

Lisbeth Torrealba

¿HERIDA O CICATRIZ?

Revisando las definiciones de ambas palabras, cada una de ellas tiene dos miradas. Pero es interesante el uso de todas para expresar la intención de escribir al respecto, porque la una no es sin la otra en el proceso de sanación.

Cuando somos heridos, se genera una lesión que, puede ser superficial, con sangrado y visible, como también profunda, sin sangrado externo e invisible. Muchas veces por fuera puede parecer haberse curado, pero internamente aún sigue intacta, por los niveles de profundidad del daño ocasionado. Otras veces las mismas personas no quieren que la herida se cure para seguir cimentados en el dolor.

Además, cuando las otras personas miran e identifican nuestras heridas, pueden o no hacer algo al respecto, algunas ayudan, otras las utilizan para aumentar el daño, teniendo entonces los demás un sinfín de objetivos tanto positivos como negativos a la hora de intervenir.

Por ello hay un trabajo de tratamiento para la sanación, aplicando la medicina necesaria para lograrlo, que hará los efectos para ir restaurando y evitar la infección que puede conllevar a una complicación mayor.

¡Cuán indispensable se vuelve atacar lo que sangra en nosotros! Que nos lleve a buscar la sanación adecuada y la activación para seguir adelante construyendo desde lo positivo y lo sano.

Las cicatrices son el resultado de heridas sanadas. Se pueden ver y hasta hablar de ellas, pero ya no duelen. Esto nos hace entender que hemos avanzado, teniendo procesos vivenciales que dejan nuevos aprendizajes. Se debe entender que no es lo mismo andar por la vida heridos que teniendo cicatrices, y el transitar se hace distinto porque lo que está por delante se percibe de otra manera.

Muchas personas que han vivido experiencias duras y desagradables, pero han utilizado estos aprendizajes para ayudar a otros y han entendido el propósito mayor que había en ello.

Tener presente que todo lo que vivimos es un aprendizaje que nos permite seguir avanzando en nuestro crecimiento como personas, hará que podamos aprovechar mejor cada momento de la vida. Y saber que por más dolorosa que sea la herida llegará el tiempo en que sanará y será una cicatriz que servirá en la construcción personal, emocional, mental y social.

¿He de mentir yo contra mi razón? Dolorosa es mi herida sin haber hecho yo transgresión. Job 34:6 
¿Por qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió curación?... Jeremías 15:18 
Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste. Salmos 30:2 
Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. Salmos 147:3 

Lisbeth Torrealba

jueves, 30 de mayo de 2019

RECOGIENDO LOS PEDAZOS

Muchos hemos sido golpeados en la vida y esto nos ha hecho sentir que nuestro corazón fue destrozado en mil pedazos, pensamos que todo acabo, que de ésta no nos levantamos y andamos por la vida rotos, sangrando o arrastrando los trozos en las responsabilidades que nos tocan en la sociedad, cumpliendo como hijos, estudiantes, padres, esposos, cristianos; sin darnos cuenta muchas veces de la importancia de mirar cómo vamos en ese andar, para intentar mejorarlo. 

Por supuesto que termina siendo lo más difícil que se puede experimentar. Ver cada pedazo y tomarlo para pensar en cada herida, es inevitable no volver a vivenciar lo doloroso, pero que proceso de valientes hacerlo, tomar cada herida y abrazarla, sabiendo que eso es parte de lo que nos construye, lo que determina las acciones y hasta el trato con los otros. Es algo que muchas veces no se puede hacer sin ayuda, porque desataría depresiones e ideas autodestructivas. 

Pero hay un recurso maravilloso, porque Dios en su infinita misericordia y sabiendo todo el provecho que este proceso puede tener para nosotros y para otros, nos ayuda y envía  personas a socorrernos, de una manera tan única. Proporcionando las fuerzas para conectarnos con cada pedazo, recogerlo y comenzar a armar algo nuevo, mientras sanamos los corazones, levantarse cada vez que se recoge un trozo, para empezar el nuevo diseño, maravillosamente ese bajar y subir nos va haciendo más fuertes, permite ver la vida de otra manera, vernos de otra forma y que otros a través de este proceso puedan recibir avivamiento y motivación a enfrentarse con sus monstruos y ser valientes para decirles después de cada levantar: “ya no tienes la fuerza que me hacía sentir una persona destrozada, no merecedora de algo mejor”. 

En el proceso hay momentos en que simplemente el silencio es necesario, donde sólo darnos un abrazo, decirnos palabras de aliento, reflexionar que no ha sido fácil, sin ser tan duros y crueles con nosotros mismos. Esto nos ayudará a considerar a los demás, puesto que sabremos que decir cuando los veamos con los pedazos arrastrando por el suelo. Nuestro Buen Dios es el mejor compañero en este proceso y todas esas personas que envía como ángeles, que te toman de la mano y caminan a tu lado. 

Hay momentos que sólo un Abrazo con empatía es la ayuda al otro, y hasta estar a su lado en silencio. Vivir este proceso puede ser tan difícil y doloroso, pero llegar allí es el comienzo de la sanación completa. Saber luego que nuestros monstruos no nos definen sino el nuevo diseño, el nuevo rompecabezas, hace que valoremos todo lo que somos y tenemos, porque cada experiencia es de ayuda para la nueva construcción.

Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. 2da Corintios 4:17.

Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón…San Lucas 4:18

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28.

Lisbeth Torrealba

jueves, 2 de mayo de 2019

SOMOS ÚNICOS Y ESPECIALES

Cuando camino por los senderos del parque en las mañanas, observo con agrado la naturaleza, cada árbol es distinto del otro, poseen características particulares, aunque sean del mismo tipo, cada uno tiene su brillo, fueron creados con una función y además nos deleitan.

Así cada ser humano posee fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, que van a estar determinadas tanto por lo interno como por lo externo.

Cada persona tiene su propio brillo y la idea es que pueda aprovecharlo y disfrutarlo, pero ¿cuántos pueden verlo?, ¿ver hacia adentro y entender todo el repertorio que posee y que no conocía?, delimitado por las debilidades y las amenazas, con las fortalezas y las oportunidades en los rasgos mínimos necesarios para vivir.

Pero muchos se pasan la vida agradando al otro, sin ni siquiera conectarse con lo que quiere, anhela o desea. Vivir en dependencia nos impide tener ese momento con nosotros mismos, estar en silencio escuchándonos y disfrutándonos. Permitir el reconocimiento y la identificación de nuestros recursos, puede ser el comienzo del aprovechamiento de los atributos que nos hacen particulares y especiales.

El autoconocimiento nos permite aceptar y disfrutar esa esencia personal que nos hace únicos. Porque, aunque nuestros padres genéticamente contribuyeron con una carga que nos permite identificarnos con ellos, y nos han enseñado muchos patrones conductuales, morales y emocionales, cada ser humano hace un registro único que le forma una personalidad, un carácter y una manera de percibir el mundo. 

Además, poseemos la esencia de Dios que desarrollamos para estar completos y empoderados al tener un encuentro personal con Él a través de la obra de su Hijo Jesucristo, una comunión que nos permite entender el propósito de nuestra existencia.

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento proclama la obra de sus manos. Salmos 19:1.

Porque tu creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. Te alabare, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien. Salmos 139: 13 y 14.


Lisbeth Torrealba

A SUS PIES: UN LUGAR DE REFUGIO


La Biblia habla de una mujer llamada María, que tuvo en dos ocasiones un momento único y significativo para su vida, cuando se dispuso a ubicarse en un lugar, que para muchos pudiera ser considerado humillante, pero para ella tuvo transcendencia terrenal y eternal.

María, en una visita del Señor a su casa, se sentó a sus pies para escucharlo, su hermana Marta hacía los quehaceres del hogar, y se quejaba porque no recibía ayuda; en un mundo donde todo es hacer, parecía que María estaba haciendo mal, pero el Señor la defendió diciendo que ella había escogido la buena parte, la cual no le sería quitada.

En otra oportunidad María estando en la casa de Simón mientras recibía la visita de Jesús, se postró, lloró y con sus cabellos enjugó los pies del Señor, además los besaba y los ungía con perfume. Como todos los presentes la conocían, con un pasado difícil, la juzgaron murmurando que era una pecadora, pero el Señor hizo una comparación del trato que recibió por el anfitrión de la casa, con respecto a todo lo que ella hizo, y al dirigirse a ella la perdonó de sus pecados y le reforzó que su fe la había salvado y que podía irse en paz.

La defensa, el apoyo y el valor recibido del Señor hizo que ella encontrara lo que buscaba, el refugio, la salvación y la paz, que sólo Él puede dar. Disfrutar de la presencia del Señor, escucharlo hablar y recibir palabras consoladoras, hicieron la diferencia.

Como refiere una canción de Jesús Adrián Romero: “a sus pies hay paz, gracia y bendición”. María pudo experimentarlo y todo aquel que se permite ubicarse en ese lugar de refugio: a sus pies, aun cuando solo las lágrimas sean el lenguaje, allí encontraremos los favores y la bendición que necesitamos, porque el Señor se deleita cuando nos comunicamos y derramamos nuestros corazones en su Presencia.

Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. San Lucas 10:41-42. 

Y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.  San Lucas 7:38. 

Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. San Lucas 7:48.
 
Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz. San Lucas 7:50. 

De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella. San Marcos 14:9. 
Lisbeth Torrealba

EXPRESIONES QUE AYUDAN


Así como se habló de expresiones que pueden marcar nuestras vidas negativamente y que traen consecuencias lamentables, también hay muchas que facilitan el avance y el crecimiento, permitiendo ver la vida de manera positiva a pesar de las adversidades. Todas ellas pueden llegar en momentos de necesidad, porque siempre existen personas que hacen aportes para bien.

Desde el hogar, la escuela y todos los entornos que nos rodean, se comienza a recibir palabras de aliento, de apoyo, de amor, que sirven para seguir a pesar de los fracasos y de las derrotas. Contribuyendo en la formación de personas estables, con personalidades seguras, con sanidad mental y emocional.

“No te rindas, tu puedes y lo vas a lograr”, existen muchos momentos en los cuales se siente que no se puede más, que lo mejor es rendirse, que la solución es tirar la toalla, porque la prueba es muy difícil. Pero viene esta expresión que levanta, que alienta a seguir adelante.

“No importa que te equivoques mil veces, puedes contar conmigo porque soy tu padre”, esta frase me parece tan valiosa, cuántos hijos quieren escuchar esto, el padre que estuvo contigo cuando apenas dabas los primeros pasos para caminar, refuerza su incondicional amor a pesar de las fallas, porque entiende que es parte de la vida, del aprendizaje que lleva a la madurez. Sin quitarle el protagonismo al hijo, mostrándole la disposición a acompañarlo y apoyarlo, sin juzgar, ni criticar.

“Eres bueno”, “eres brillante”, reforzar las virtudes de la persona, esas habilidades que lo hacen único, que le impulsan a mostrar lo que posee, que le hace avanzar a las metas y objetivos. Tener recursos propios, e identificados para ser utilizados, garantizará progreso y logros. Además, este autoconocimiento claro da seguridad hacia lo que se quiere.

Todo esto indica que debemos reflexionar en la importancia de las palabras, un consejo sabio, una expresión que lleve consigo el crecimiento del otro, que pueda impulsar a sacar lo mejor, es tan necesario y repercute positivamente en la vida de los que las aprovechan.

Hijo mío, está atento a mis palabras; …Guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. Proverbios 4:20-22.  

… las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. San Juan 6:46.

Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. Eclesiastés 9:17.


Lisbeth Torrealba

jueves, 31 de enero de 2019

HERIDAS SILENCIOSAS


Desde antes de nacer, el niño recibe de la madre amor, aceptación y con anhelo espera su llegada, en cambio otros niños, experimentan rechazo, odio y hasta intentos de aborto.

Entonces desde el vientre de la madre hay estimulación tanto positiva como negativa, y eso sigue a lo largo del desarrollo, hasta construir conceptos internos de lo que somos. Los primeros en formar esto, son los padres, ausentes o presentes, dan un mensaje verbal o no verbal, que puede repercutir en la formación de la personalidad de sus hijos.

Y así a lo largo de la vida, el ser humano experimenta la influencia del otro, que repercute en las acciones y en la toma de decisiones. Leyendo expresiones que han sido determinantes en la vida de muchos amigos, familiares, conocidos y pacientes, se puede observar que muchas se mueven en base a ideas fijas que a veces ni siquiera se sabe que están allí, instaurando diversos comportamientos y valores, como la motivación, la aceptación, la aprobación, la culpa, entre otros.

Hay expresiones que tienden a ser negativas y muchas veces hunden por el peso que hacen en los corazones. A un niño se le forja la personalidad con expresiones como: “te pareces a tu padre”, lo que se transforma en una creencia que rige la vida y no le da la posibilidad de escoger si quiere o no parecerse, porque se le diseña como el padre, aunque éste sea alguien que abandonó el hogar, esto puede calar negativamente en el rol paterno que ejercerá al formar una familia en la adultez.

Otro pensamiento que puede direccionar una vida es “No lo puedes hacer”, cuantas personas terminan siendo inseguras, comienzan algo (estudios, cursos, relaciones) y no lo terminan o huyen por temor a hacerlo mal, o no se atreven a comenzar un plan por el miedo a no concluirlo, o a que no les vaya bien. Hay padres que le hacen creer a los hijos que sin ellos no lo lograran, afectando su autoestima y la capacidad de crecer, para construir los sueños y los deseos.

“Todo lo que está pasando es por tu culpa”, muchos niños se sienten responsables de los problemas entre los padres, de la mala relación después de una separación difícil, quedando en medio de un conflicto por la manutención, terminan siendo los mensajeros de todo lo negativo que un padre quiere decirle al otro, que genera frustración, quedando heridos y cargados.

Entender que hay palabras que pueden dañar para siempre la vida del otro, que las etiquetas pueden hacer marcas que repercutirán en la forma de actuar, nos llama a reflexionar la manera como hablamos, que entiende el otro de lo que decimos y cuáles son las intenciones que lleva una crítica y una opinión, para que los resultados sean más favorables al crecimiento y estabilidad emocional y mental.

Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina. Proverbios 12:18.

Lisbeth Torrealba

lunes, 31 de diciembre de 2018

AGRADECE SIEMPRE


Hoy último día de un año lleno de tantas experiencias y de tantos aprendizajes sólo queda dar Gracias

Para los que estamos lejos del país que nos vio nacer, a pesar de todo lo que eso ha implicado hay que dar Gracias. Para los que aún siguen en Venezuela guerreando en el día a día agradecidos de seguir en pie, nuestras oraciones los acompañan. 

El hecho de que lleguemos a este día que despide un año y da entrada a otro, es una bendición, muchos volaron y ya no están físicamente con nosotros, quedaron en el año viejo. Hay muchos que están enormemente agradecidos porque lo vivido en el 2018 los acercó más al significado de seguir respirando. Mientras otros siguen en la queja, enganchados en lo negativo y en lo tóxico. 

Pero debemos aprender de todo lo vivido y agradecer por estar vivos, guerreando en un mundo que nos hace experimentar lo bueno y lo malo, y que nos motiva a decir con toda propiedad Gracias Nuestro Buen Dios por todo

Que este 2019 venga lleno de experiencias que permitan seguir creciendo a la estatura necesaria para llegar a ser los ciudadanos y los hijos de Dios que debemos ser. Eben-ezer

porque soy débil, entonces soy fuerte. 2da Corintios 12:10. 
y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová. 1ro Samuel 7:12.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

EL SILENCIO TAMBIÉN HABLA


A veces en nuestras vidas las palabras terminan sobrando, nos cansamos de decir nuestros malestares, de abrir nuestros corazones a los demás y aprendemos a callar, pero no para tragarnos lo que nos incomoda sino como una manera de protesta o molestia, y en muchos casos, esto es el comienzo para valorar el silencio en medio del sufrimiento.

En la niñez cuando se expresa lo que se siente, esto puede ser usado en contra, criticado y hasta ser motivo de burla, lo que puede traer como consecuencia que el niño minimice la importancia de decir lo que piensa y como lo piensa, dejando de hablar para no molestar al otro. La responsabilidad de los padres, maestros y todo el que esté involucrado en la crianza, es vital para que la voz de un hijo, alumno, familiar o amigo sea escuchada y valorada.

Dios conoce nuestros corazones y puede escucharnos, aunque no nos expresemos, porque lo que no decimos igual lo sentimos. A través del silencio podemos escucharle y sentir lo atento que está a nuestra queja, angustia y dolor. Y además aprendemos a escucharnos a nosotros mismos.

Todo tipo de relación trae consigo el conocimiento del otro, estar atento a lo que el silencio puede estar diciendo y hasta gritando, es la clave para la comprensión clara de lo que éste siente.

Para muchas personas la soledad es aterradora, necesitan estar acompañadas, estar en silencio con ellos mismos les incomoda, haciendo difícil escucharse y que esto permita conocerse más. Por ello, es importante aprender a valorar el silencio y todos los beneficios que nos puede proporcionar en lo personal.

La satisfacción de ese espacio al estar en intimidad con nuestro ser, es algo que puede aprovecharse. Toma un tiempo contigo, a veces el ruido, los demás hablando, no nos deja disfrutarnos y reconocernos. Pensar en silencio, nos permitirá adentrarnos a nuestro mundo de manera tranquila, descubrir cosas nuevas y fortalecernos para la toma de decisiones que nos toca en nuestro diario transitar.

… Tiempo de callar, y tiempo de hablar… Eclesiastés 3:7.
Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él. Salmos 37: 7.

Lisbeth Torrealba

martes, 23 de octubre de 2018

TOCANDO EL BORDE DE SU MANTO


Esta expresión ha tocado mi corazón por dos razones, una porque hay alguien necesitado de tocar el manto y la otra, porque el Dueño del mismo tiene la capacidad de ver más allá para dar vida y sanidad desde su prenda.

La persona necesitada de tocar

Conocemos la historia de la mujer con un flujo de sangre desde hacía doce años, necesitada de sanación que, aunque había perdido las esperanzas a nivel médico, le quedaba la Fe para creer que si tocaba solamente su manto sería salva. Ella había entendido que en el Dador de la Vida había todo el Poder para sanar.

El Dueño del Manto

El Señor Jesucristo conociendo la necesidad de la mujer, como Omnisciente facilitó el milagro, a pesar de la multitud, entendió toda la Fe que ella había colocado en esa sencilla acción. Había la disposición en Él para sanarla y también para salvarla, por ello cuando sintió que había salido Poder quiso conversar con la persona que había entendido el motivo de su presencia en la tierra.

Pensando en este episodio impresionante de la Palabra, se entiende con claridad la importancia de la Fe en nuestras vidas, que nos permite acercarnos al Señor con la confianza de que está dispuesto para ayudar en la necesidad que tengamos, sanando y salvando.

¡Que Maravilloso Señor tenemos, que puede compadecerse, socorrernos y concedernos las peticiones de nuestros corazones! 

Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. San Juan 10:10.
Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. San Lucas 18:27.
Porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. San Mateo 9:21-22.

Lisbeth Torrealba

lunes, 22 de octubre de 2018

LAS HERIDAS NO ESCUCHADAS


Muchas veces en la vida hay heridas que son ignoradas por nosotros para poder seguir adelante.

Aunque muchas de ellas van haciendo cicatrices que se reflejan en lo laboral, lo familiar, lo social y lo personal.

Escuchando a una persona especial para mí, que me decía que solapamos el dolor, caí en cuenta en lo difícil que ha sido el malestar que las acciones de los otros nos generan, bien sea porque no se dan cuenta, no les importa la profundidad del daño que han generado, y para poder seguir adelante y no ocasionar conflictos preferimos obviarlo, pasando sobre nosotros mismos y lo que sentimos.

Todo esto va cultivando en el corazón muchas heridas que terminan haciendo grietas profundas, en muchas ocasiones, difíciles de sanar.

¿Qué hacer para intentar aliviar el malestar?


  • Identificar la herida.
  • Colocarle un nombre.
  • Identificar los sentimientos que generó.
  • Desahogarse, bien sea hablándolo con la persona causante del dolor, escribiéndolo o compartiéndolo con alguien que pueda comprenderlo.

Hay muchas personas que van por la vida cargando con tantos malestares, tristezas, enojos, frustraciones y no comprenden con claridad cuáles son las causas.

Sería interesante echar una mirada introspectiva, para llegar a la identificación de la herida, que puede tener nuestras vidas detenidas, que facilite soltar la carga que agobia, avanzar hacia la meta deseada: la sanación completa.

Dios conoce nuestros corazones, todo lo que nos ha estancado y afectado a lo largo de la vida. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. San Mateo 11:28. Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. San Juan 8:32.


Lisbeth Torrealba

viernes, 30 de marzo de 2018

UNA PSICÓLOGA CRISTIANA

Hola, soy una Psicóloga Cristiana que se está adentrando a este mundo tecnológico para ofrecer temáticas variadas que sirvan de ayuda a mis lectores... espero sean de utilidad.